viernes, 23 de octubre de 2015

Audición

Audición 




La función del sistema auditivo es percibir el sonido o percibir los objetos y los acontecimientos a través de los sonidos que producen. Los sonidos son vibraciones de las moléculas del aire que estimulan al sistema auditivo.
La amplitud, frecuencia y complejidad de las vibraciones de las moléculas del aire se perciben respectivamente como volumen, tono y timbre. Los tonos puros solo existen en el laboratorio y en el estudio de grabación de sonido.
Una de las teorías de la audición sostiene que el sistema auditivo ejecuta un análisis tipo Fourier de los sonidos complejos en términos de sus ondas sinusoidales.

El oído

Las ondas sonoras viajan a través del conducto auditivo y hacen que la membrana timpánica vibre. Estas vibraciones se transfieren luego a los tres huesecillos del oído medio: el martillo, el yunque y el estribo.
Las vibraciones del estribo desencadenan las vibraciones de la membrana llamada ventana oval, lo cual transfiere las vibraciones al líquido de la cóclea, que tiene forma de caracol. La cóclea es un largo tubo enrollado que contiene una membrana interna que la atraviesa casi hasta su extremo. En esta membrana interna se sitúan el órgano receptor auditivo, el órgano de Corti. El órgano está compuesto por dos membranas la membrana basilar y la membrana tectorial. Los receptores auditivos, las células ciliadas, se apoyan sobre la membrana basilar, y la membrana tectorial se extiende sobre las células ciliadas.
El principio fundamental de codificación coclear es que las diferentes frecuencias producen la máxima estimulación de células ciliadas situadas en diferentes puntos a lo largo de la membrana basilar. La organización del sistema visual es básicamente retinotópica, la organización del sistema auditivo es básicamente tonotópica. Los conductos semicirculares, los órganos receptores del sistema vestibular. El sistema vestibular transmite información sobre la dirección y la intensidad de los movimientos de la cabeza, que nos ayuda a mantener el equilibrio. No existe una vía auditiva principal a la corteza comparable a la vía retino, geniculo, estriada del sistema visual. Los axones de cada nervio auditivo establecen sinapsis en los núcleos cocleares homolaterales, desde donde múltiples proyecciones producen a las olivas superiores, localizadas en el mismo nivel neural. Los axones de las células olivares se proyectan a través del lemnisco lateral hasta los tubérculos cuadrigeminos inferiores, donde forman sinapsis con las neuronas que proyectan a los núcleos geniculados mediales del tálamo, los cuales a su vez se proyectan a la corteza auditiva primaria.


Corteza auditiva Primaria
La corteza auditiva primaria se localiza en el lóbulo temporal, oculta la vista tras la cisura lateral hay dos franjas de corteza auditiva secundaria adyacentes a la corteza auditiva primaria. Se han identificado dos importantes principios de organización de la corteza auditiva primaria. El primero consiste en que, al igual que otras áreas de la corteza cerebral, la corteza auditiva primaria esta organizada en columnas funcionales. El segundo se refiere a que, del mismo modo que sucede en la cóclea, la corteza auditiva primaria está organizada tonotópicamente.


Localización del Sonido
La localización especial del sonido esta mediada por los núcleos lateral y medial de la oliva superior, aunque de distinto modo. Algunas neuronas de oliva superior medial responden a ligeras diferencias en el tiempo de llegada de las señales desde los dos oídos, mientras que algunas neuronas de la oliva superior lateral responden a ligeras diferencias en la actitud de los sonidos procedentes de los oídos. La olvida superior medial y lateral proyectan a los tubérculos cuadrigeminos inferiores. Las capas superficiales de los tubérculos cuadrigeminos superiores, que reciben imput visual, están organizadas retinotópicamente. La función general de los tubérculos cuadrigeminos superiores es localizar el origen del input sensorial en el espacio.


Efectos del daño de la Corteza Auditiva
Los esfuerzos por precisar los efectos del daño de la corteza auditiva se han visto dificultados por el hecho que la mayor parte de la corteza auditiva humana se sitúan en las profundidades de la cisura lateral. Las lesiones bilaterales totales de la corteza auditiva primaria en mamíferos de laboratorio no producen alteraciones permanentes en su capacidad para detectar la presencia de sonidos. Tales lesiones alteran la capacidad de localizar sonidos breves y de reconocer frecuencias rápidas y complejas de sonidos.


Referencias 


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