sábado, 24 de octubre de 2015

Somatestesia: Tacto y Dolor



El sistema somatosensitivo consiste de hecho en tres sistemas distintos aunque relacionados:

  1. Un sistema de exterosensibilidad: detecta los estímulos externos aplicados a la piel.
  2. Un sistema de propiosensibilidad: el cual registra la información concerniente a la posición del cuerpo que proviene de los músculos, articulaciones y órganos del equilibrio.
  3. Un sistema de interosensibilidad: proporciona información general sobre el estado en el interior del cuerpo.


Esta exposición trata casi exclusivamente del sistema de exterosensibilidad, el cual abarca tres divisiones algo distinta: una para percibir estímulos mecánicos (tacto), otra para estímulos (temperatura), y otra para estímulos dolorosos (dolor).




Receptores Cutáneos

Existen varios tipos diferentes de receptores en la piel. los receptores cutáneos más sencillos son las Terminaciones nerviosas libres, las cuales son especialmente sensibles a los cambios de temperatura y al dolor. Los receptores cutáneos más grandes y más profundos son los Corpúsculos de Pacini, con forma de cebolla. Por lo contrario, los discos de Merkel y las terminaciones de Ruffini se adaptan ambos lentamente y dan la mejor respuesta a inflexiones graduales de la piel y a estiramientos graduales de la piel, respectivamente.
Dermatomas 

Las fibras nerviosas que transmiten la información desde los receptores cutáneos y otros receptores somatosensitivos se reúnen formando nervios y penetran en la médula espinal a través de las raíces dorsales. La zona del cuerpo que está inervada por por las raíces dorsales izquierda y derecha de un segmento determinado de la médula espinal se llama dermatoma. 

Las dos vías Somatosensitivas ascendentes principales

La información somatosensitiva asciende hasta la corteza humana a lo largo de dos vías somatosensitivas principales: el cordón del sistema del lemnisco medial y el sistema anterolateral. El Cordón dorsal del sistema del lemnisco- medial conduce información sobre dolor y temperatura. 
Las neuronas sensitivas de este sistema penetran en la médula espinal a través de una raíz dorsal, ascienden por la zona homolateral en los cordones dorsales y establecen sinapsis en los núcleos del cordón dorsal del bulbo raquídeo. Los axones de las neuronas de los núcleos del cordón dorsal decusan y luego ascienden en el Lemnisco medial hasta el Núcleo ventral posterior contralateral del tálamo. Los núcleos ventrales posteriores también reciben input a través de las tres ramas del nervio trigémino, el cual transporta información somatosensitiva procedente de las regiones contralaterales de la cara. 
El sistema anterolateral contiene tres fascículos diferentes: el fascículo espinotalámico que proyecta al núcleo ventral posterior del tálamo, el fascículo espinorreticular que proyecta a la formación reticular y el fascículo espinotectal, que proyecta al tectum. Las tres ramas del nervio trigémino llevan información acerca de dolor y temperatura de la zona de la cara hasta los mismos lugares del tálamo. 




Áreas Corticales de la Somatestesia 

Penfield aplicó estimulación eléctrica en diversos puntos de la superficie cortical y, los pacientes, que estaban completamente conscientes bajo anestesia local, describieron lo que sentían. Cuando el estímulo se aplicó sobre la  circunvolución poscentral, los pacientes dijieron experimentar sensaciones somatosensitivas en diversas partes del cuerpo. Cuando Penfield cartografío la relación entre cada punto de estimulación y la parte del cuerpo en la que se percibía la sensación descubrió que la corteza somatosensitiva primaria humana es somatotópica está organizada siguiendo un mapa de la superficie corporal. Este mapa se le conoce como homúnculo somatosensitivo. 


Efectos del daño de la corteza somatosensitiva primaria 

Los efectos del daño de la corteza somatosensitiva primaria suelen ser moderados. Evaluaron las capacidades somatesensitvas de pacientes con epilepsia antes y después de una ablación uniteral que incluía así tras la inversión, los pacientes manifestaron dos alteraciones contralaterales leves: una disminución de la capacidad para redactar un roce suave y una dsminución de la capacidad para reconocer los objetos mediante el tacto. Estas anomalías eran bilaterales solo en los casos en los que la lesión unilateral invadían SII. 


Agnosias somatosensitivas 

Existen dos tipos principales de agnosia somatosensitiva una de ellas es la estereoagnosia incapacitada para reconocer los objetos por el tacto. el otro tipo de agnosia somatosensitiva es la somatoagnosia la incapacidad para reconocer las partes del propio cuerpo. La somatoagnosia habitualmente es unilateral afectada solo al lado izquierdo del cuerpo y suele a lesiones extensas del ovulo parietal posterior derecho. 

Las paradojas del dolor 
Una paradoja es una contradicción lógica. La percepción del dolor es paradojica en tres aspectos importantes, la razón por la cual se ha escogido el dolor para estudiarlo particularmente. Las tres paradojas del dolor se explican en los tres subapartados siguientes. 
  • El potencial de adaptación del dolor 
Es que una experiencia que en todos los aspectos parece tan mala, de hecho es extremadamente importante para nuestra supervivencia. Para el dolor no existe un estímulo especial, es una respuesta ante una estimulación excesiva de cualquier tipo. 

  • Ausencia de Representación cortical evidente del dolor
No tiene una representación cortical obvia los estímulos dolorosos por lo general activan áreas de la corteza, pero las áreas de activación han varido marcadamente de un estudio a otro. Los estímulos dolorosos habitualmente inducen respuestas en SI y SII. Sin embargo, la hablación de SI y SII. En seres humanos no se asocian con cambio alguno en el umbral del dolor. De hecho, los pacientes hemisferotomizados pueden seguir percibiendo dolor procedente de ambos lados del cuerpo. El área cortical que s eha relacionado más frecuentemente con la experiencia de dolor es la corteza cingulada anterior. 

  • Control descendente del dolor 
La tercera paradoja del dolor es que siendo la forma más contundente de todas las experiencias sensoriales pueda suprimirse tan eficazmente mediante factores cognitivos y emocionales. 

Melzack y Wall propusieron la teoría de la puerta de control para explicar la capacidad de los factores cognitivos y emocionales de bloquear el dolor. Tres descubrimientos condujeron a la identificación de un circuito descendente de control del dolor. Primero fue el descubrimiento de que la estimulación eléctrica de las sustancia gris periacueductal (SGP) tiene efectos analgésicos. Segundo fue el descubrimiento de que la SGP y otras regiones del encéfalo contienen receptores especializados para los fármacos analgésicos opiáceos como la morfina. Y tercero fue el aislamiento de varios analgésicos opiáceos endógenos. 

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